Pocos lugares en España pueden presumir de una costa tan salvaje y mágica como la de Almería. El contraste entre el desierto, las montañas volcánicas y el azul intenso del mar crea un paisaje único. Pero más allá de sus playas más conocidas, Almería esconde auténticos tesoros: pequeñas calas naturales que parecen sacadas de una postal del paraíso.
Si lo que buscas es tranquilidad, aguas cristalinas y rincones secretos donde la naturaleza es la protagonista, estas son algunas de las mejores calas de Almería que no puedes perderte.
1. Cala de San Pedro (Níjar)
Es, sin duda, una de las calas más emblemáticas del Cabo de Gata. Solo se puede llegar caminando desde Las Negras o en barco, lo que hace que conserve un ambiente tranquilo y alternativo. Su arena fina, el agua turquesa y el entorno rodeado de montañas crean un paisaje espectacular. Además, en la cala hay una pequeña comunidad hippie que vive allí todo el año, lo que le da un toque muy especial y bohemio.
2. Cala de Enmedio (Agua Amarga)
Considerada una de las más bonitas de España, la Cala de Enmedio sorprende por sus acantilados de roca blanca modelados por el viento y el mar. Se llega caminando desde Agua Amarga, en un recorrido de unos 30 minutos entre paisajes desérticos y vistas al mar. Sus aguas cristalinas y su entorno natural intacto la convierten en un lugar perfecto para desconectar y disfrutar del silencio.
3. Cala del Plomo (Níjar)
Una de las más accesibles dentro del parque natural y, al mismo tiempo, una de las más tranquilas. Cala del Plomo es amplia, de arena gruesa y agua transparente. Es ideal para pasar el día en familia o para quienes quieren disfrutar del mar sin las aglomeraciones típicas del verano. Desde allí, además, se puede caminar hasta la vecina Cala de Enmedio, lo que hace posible disfrutar de dos paraísos en una sola excursión.
4. Cala Rajá (Níjar)
Ubicada entre el faro de Cabo de Gata y el Arrecife de las Sirenas, Cala Rajá es un rincón muy especial. Sus aguas limpias, los fondos marinos llenos de vida y su entorno volcánico la convierten en un lugar perfecto para practicar snorkel o buceo. Es pequeña y algo escondida, lo que garantiza una experiencia más íntima y natural.
5. Cala Carbón (San José)
Esta cala es una de las más salvajes y menos conocidas del Cabo de Gata. Rodeada de montañas áridas, su acceso por camino de tierra filtra la afluencia de visitantes, lo que permite disfrutarla con calma incluso en los meses de verano. Su fondo marino, lleno de peces y formaciones rocosas, es ideal para los amantes del snorkel.
6. Cala del Barronal
Entre las famosas playas de Mónsul y Los Genoveses se esconde esta cala nudista y tranquila. Cala del Barronal ofrece un paisaje espectacular, con dunas, arena fina y un entorno completamente virgen. Para llegar hay que caminar unos 15 minutos desde el aparcamiento de Mónsul, pero el esfuerzo se ve recompensado por la sensación de estar en un lugar casi secreto.
7. Cala de los Amarillos
Muy cerca del Playazo de Rodalquilar, esta pequeña cala es un refugio de paz rodeado de acantilados dorados. Su nombre proviene precisamente del color amarillento de las rocas que la rodean. Es perfecta para quienes buscan bañarse en aguas limpias y disfrutar del sol en un entorno natural sin construcciones.
Naturaleza, silencio y agua turquesa
Las calas de Almería son mucho más que simples playas: son espacios donde la naturaleza se mantiene intacta, donde el tiempo parece detenerse y donde el mar y el desierto se funden en un solo paisaje.
Ya sea para practicar snorkel, perderse entre los senderos del Cabo de Gata o simplemente relajarse escuchando las olas, cada cala guarda una historia y una energía especial que hacen de Almería un destino inigualable en el Mediterráneo.